sábado, 1 de diciembre de 2012

El concepto de “Simplicidad Inherente”


Este es uno de los conceptos que encuentro más interesante dentro de lo que se conoce como la Teoría de las Restricciones (Theory of Constrains – TOC)  desarrollada por el Dr. Eliyahu Goldratt.

La TOC se basa en el supuesto de que cualquier sistema, no importa cuan complejo parezca, es gobernado por pocos elementos. Identificar las restricciones del sistema y gestionarlas adecuadamente produce resultados rápidamente y fomenta la harmonía a través de todo el sistema.  Es una visión sistémica que aborda los problemas desde la lógica del sentido común.

“Si nos sumergimos lo suficiente (en el problema) encontraremos que hay pocos elementos en la base, las raíces de la causa, las cuales a través de las conexiones causa-efecto gobiernan todo el sistema. El resultado de aplicar sistemáticamente la pregunta – porqué? – no es una enorme complejidad sino mas bien maravillosa simplicidad”.Dr. Eliyahu Goldratt, The Choice. Todos los problemas son, inherentemente, simples de resolver.

En cualquier proceso de coaching se establece una meta y se traza un camino-proyecto para llegar a ella. La razón de ser de ese camino es la propia meta y la razón de ser de la meta es la base de todo el proceso-sistema. Hay metas fáciles de definir y otras aparentemente muy complejas, igual pasa con los proyectos, algunos sencillos otros complejos, variando de persona en persona, contextos, coyunturas particulares, estructuras, etc.

Un ejemplo simple para meternos un poco más en el concepto. ¿Cuántas veces le ha pasado que ha tenido que enfrentar una tarea o reto nuevo que le resultaba muy complejo en un principio y luego pudo dominar y hoy le parece la cosa más simple del mundo?. Incluso podría molestarle que a alguien le parezca difícil semejante tarea o reto. Desde aprender a manejar un automóvil hasta asumir una gerencia de gran responsabilidad. Ser esposo/a, padre/madre, hijo/a en momentos difíciles.

¿Podría alguno de ustedes, amigos lectores, predecir con aceptable precisión el movimiento de los planetas del sistema solar?. Qué tarea tan compleja, nos llevaría varias vidas intentarlo. En el siglo XVII, el astrónomo Johannes Kepler postuló sus famosas, y simples, tres leyes sobre el movimiento de los planetas, y listo, resuelto el tema.

Lo que hay en medio de la simplicidad y la complejidad es nuestra propia ignorancia. Ignorancia entendida como falta de conocimiento y experiencia y sobre todo… sentido común. El mismo sentido común que nos debería informar que siempre vamos a pasar por la experiencia de no saber, no entender, no poder; que viviremos enfrentados  permanentemente a la experiencia de la complejidad, la limitación y del caos pero que en lugar de aturdirnos y empequeñecernos deberíamos atesorar estas experiencias retadoras que nos hacen crecer y ser mejores, si queremos.

El gran filósofo español Jaime Balmes hace una hermosa reflexión sobre la inteligencia en su libro “El Criterio” primero recogiendo una sobrecogedora reflexión de Santo Tomás de Aquino y luego reflexionando él mismo sobre el tema. Aquí unos fragmentos…

“Cuanto mas elevada es una inteligencia, menos ideas tiene; porque encierra en pocas, lo que las mas limitadas tienen distribuido en muchas. Así los ángeles de mas alta categoría entienden por medio de pocas ideas; el número se va reduciendo á medida que las inteligencias criadas se van acercando al Criador, el cual como ser infinito é inteligencia infinita, todo lo ve en una sola idea, única, simplicísima, pero infinita: su misma esencia”. Sto. Tomás de Aquino.

“…los genios superiores no se distinguen por la mucha abundancia de las ideas; sino en que están en posesión de algunas, capitales, anchurosas, donde hacen caber al mundo. El ave rastrera se fatiga revoloteando, y recorre mucho terreno, y no sale de la angostura y sinuosidades de los valles: el águila remonta su majestuoso vuelo, posa en la cumbre de los Alpes, y desde allí contempla las montañas, los valles, la corriente de los ríos, divisa vastas llanuras pobladas de ciudades, y amenizadas con deliciosas vegas, galanas praderas, ricas y variadas mieses”. Jaime Balmes, El Criterio.

Eli Goldratt decía que “el mayor enemigo del sentido común es la sofisticación”, Leonardo Da Vinci afirmaba que “la simplicidad es la sofisticación suprema”. Aunque en aparente contradicción ambos genios nos estaban diciendo lo mismo en una brillante complementariedad.

En resumen y de cara al tema de este blog, cuando usted se enfrente al complejo (¿?) reto de establecer sus metas y al proyecto para alcanzarlas no se asuste ni se abrume, no se ahogue en un vaso de agua ni en un oleaje tormentoso. Su capacidad para reconocer lo importante, lo principal y realmente valioso lo mantendrá a flote.

Tener un corazón limpio, pureza de intenciones, fortaleza de carácter; ser justos, humildes y sencillos nos ayudarán a “ver mejor” y podremos visualizar nuestro presente y futuro con mayor nitidez. ¡Cuánto trabajo y esfuerzo nos espera!. Y que bueno que sea así porque, a pesar del sacrificio, andaremos seguros, confiados y alegres.

Nota importante (para mí mismo): Simple no es sinónimo de fácil. Piense bien, hable poco, haga mucho.



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